Estamos observando una tendencia positiva en muchos mercados y este fenómeno está generando muchas esperanzas en las empresas
Desde numerosos foros empresariales y desde las administraciones llegan noticias de que el ritmo de la recuperación es lento pero constante.
No cabe duda de que la tendencia ha cambiado y de que hay sectores que se han visto beneficiados de esta tendencia de crecimiento. Las ventas de automóviles son un ejemplo de ello.
Además, la tendencia en la generación de empleo apunta a la reducción poco a poco la enorme cifra de paro que se generó brutalmente en el inicio de la crisis.
Así, opinamos que España va sobre una senda de estabilidad diseñada por la UE, que el gobierno actual aplica desde la independencia y autonomía en la gestión. Eso se nota a simple vista. Se podría afirmar que la recuperación española es uno de los ejes de la consolidación de la fortaleza de la UE ante los nuevos retos que debemos afrontar en bloque.
Nos preocupa que España confíe su recuperación al sector del turismo, con su circunstancial pero espectacular crecimiento, y al sector de la construcción, con el delirio de la regeneración de la burbuja inmobiliaria. Por eso advertimos sobre la urgente necesidad de cambios en las estructuras que generan empleo como el apoyo real al emprendimiento, la innovación y la industrialización.
Es obvio que tener dos manzanas en un cesto no ayuda a pensar en una recuperación sostenible en el tiempo, sino a mantener recetas del pasado en un presente de incierto futuro.
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