Las empresas y los consumidores se enfrentan ante nuevos retos que anticipan la visión de un nuevo mundo tecnológico
Se acerca un nuevo ciclo de retos e incertidumbres para la humanidad, tal como lo vemos cada día en los medios de comunicación generalistas, que también afectará a la industria y toda la actividad empresarial que ésta genera.
Más en concreto y por la parte que nos toca como prensa técnica online, vemos un reto en cuanto al desarrollo de la industria 4.0. Las tecnologías de comunicación y los procesos de fabricación se aproximan aceleradamente gracias a las redes sociales, el Big Data y a la venta online. Es un nuevo mundo tecnológico y, en este sentido, es mucho más que una revolución. No obstante, la desconfianza en la tecnología es cada día mayor por parte de los consumidores finales y entre las empresas. Ya no sólo preocupa el fallo técnico, o el mal servicio, sino el fraude tecnológico.
Si no recordamos mal, las leyes han servido para canalizar y ordenar mercados e industrias, pero si quienes las promueven se dedican a intereses partidistas y quienes las ejecutan se relajan en el control y verificación de su aplicación, aparece en juego la ley del más fuerte. Al parecer, en este escenario, estamos. Los fraudes al consumidor ya no vienen del mal servicio o del precio abusivo, sino de las trampas institucionalizadas de grandes empresas que hasta ahora habían sido referentes mundiales.
Si no se actúa con rapidez, ejemplaridad y efectividad, ante los escandalosos casos de fraude desarrollados con ingeniosos recursos tecnológicos, no sólo se creará inseguridad en los mercados y en el consumo, sino que se impondrá la cultura empresarial del “todo vale para ganar”, y eso no nos conviene nada, nada, nada…
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